Avís important

El contingut d'aquest bloc és informatiu i no substitueix en cap cas la consulta presencial amb el professional de salut pertinent, sino que la complementa. En cas de dubte, contacteu amb el vostre especialista.

dilluns, 16 d’abril del 2012

Parlem de cesàries - IV


CESÀRIA A DEMANDA?

Continuem parlant de cesàries, aquesta vegada també amb la col·laboració del Dr. Acosta. He comentat en diverses ocasions que en l’actualitat les dones triem com parim. Hem passat d’una Obstetrícia paternalista a una basada en el principi d’autonomia del pacient. Però... i si la pacient ens demana un part per cesària? El Dr. Acosta ens ho explica a continuació:

¿Qué piensan las mujeres?

¿Qué responderían las mujeres si les ofreciéramos la posibilidad de tener a su hijo sin pasar por el proceso del parto?. Seguramente, obtendríamos todo tipo de respuestas ya que las mujeres - afortunadamente-, no son un bloque homogéneo que piense de manera idéntica. Cada persona tiene sus circunstancias y su recorrido personal, y , por tanto, la respuesta estaría en función de esas circunstancias.

En Italia es posible optar por una cesárea a la carta desde 1996 , y se calcula que un 7% de estas intervenciones se realizan por este motivo ( recordemos las altas tasas de cesárea de nuestros vecinos mediterráneos). En Gales, un 15% de las pacientes declararon que optarían por esta posibilidad  y en la civilizada Suecia eran un 8% las que pensaban de la misma manera.

Los datos que estoy exponiendo están extraídos de un artículo de la Doctora Pakenham, de Ontario ( siempre termino hablando de Canadá, me deberían regalar un viaje). En su país , la cesárea a elección del paciente no está contemplada, pero ella decidió hacer una exhaustiva encuesta en su entorno. Las conclusiones son muy interesantes:

El 75% de las pacientes, se mostraban partidarias o indecisas en cuanto a la libre elección de la vía del parto.  Sin embargo, sólo un 9% elegiría una cesárea de entrada para sí misma. Es decir, las mujeres canadienses quieren tener un parto normal, pero respetan el derecho de las demás a elegir. Esta es una actitud muy común en las sociedades de tradición liberal : “ no quiero este tipo de opción para mí, pero comprendo que otras personas lo deseen y no me parece mal que lo hagan si con su actitud no perjudican al resto.”

Entonces, ¿qué hacemos los médicos ?. Parece que la actitud de imponer el parto vaginal por ser médicamente la más adecuada va en contra de una tendencia social nada despreciable. Mientras que muchas pacientes desearían ser consultadas, y a veces incluso pagan seguros privados para que se respete su decisión, la medicina paternalista  va por otro camino, guiando a las mujeres por donde cree que han de seguir, y además lo hace “por su bien”.

Sigamos con el estudio de Pakenham. Las razones que dan las pacientes consultadas para rechazar el parto son: la comodidad personal, evitar el dolor, evitar una cesárea urgente, proteger el suelo pélvico y  evitar riesgos para el bebé. Son razones de peso pero, si las analizamos una por una, hay argumentos científicos contra todas y cada una de ellas.

Una mujer muy activa puede querer acabar de manera electiva el embarazo para no perder determinadas oportunidades de trabajo, pero , quizá esa espera de una o dos semanas valdría la pena si la recuperación es mejor. El dolor puede evitarse con una buena analgesia sin que ello influya negativamente en el parto. La protección del suelo pélvico se consigue realizando los ejercicios de Kegel y evitando en lo posible la utilización de los fórceps. Y no es cierto, sencillamente no es cierto, que el parto incremente los riesgos para el recién nacido.

Y si hay razones y argumentos, ¿no es mejor sentarse a hablar e informar adecuadamente que sencillamente imponer una opción porque es la mejor y punto?

Muchos compañeros cirujanos o traumatólogos nos replican que , si un paciente suyo ha de ser operado de apendicitis, no se le consulta el tamaño de la incisión o la vía de la operación. Cierto. Pero el parto no es un procedimiento inesperado , ni un tratamiento a una patología. Es un hecho planificado y decisivo en la vida de una familia. Las mujeres viven muy intensamente ese momento y quieren tener un recuerdo positivo de esa vivencia. Hay sentimientos ligados a la maternidad que vienen condicionados por el entorno cultural y social y no pueden ser comparados con un proceso patológico de urgencia.

Finalndia es el país de Europa con el índice de cesáreas más bajo. Sin embargo, las mujeres finlandesas no son tan diferentes del resto. Ellas también tienen sus miedos. Por eso, decidieron crear las “Clínicas del Miedo”. En ellas , los profesionales y las mujeres discuten activamente sobre las razones que cada mujer tiene al hecho de pasar por un parto y se intenta acabar con muchos de los mitos que hacen ver el parto como una situación traumática y peligrosa.

Trabajo en la sanidad privada y no tengo un 9% de pacientes que me pidan una cesárea, ni siquiera diría un 1%. Lo que sí es más frecuente es que aquellas que han pasado por una cesárea previa, no deseen volver a intentar un parto vaginal. En ese caso, hay que discutir riesgos y beneficios.

Vivimos en una sociedad plural donde las personas queremos ser responsables de todas las decisiones que afectan a nuestra vida. Por eso resulta cada vez más difícil imponer la vía vaginal del parto, aunque esté claro que es la mejor. A todo ello se suma el hecho de que, hoy por hoy, la cesárea le resulta mucho más cara a la sanidad pública, que se encuentra prácticamente en quiebra. Combatir el miedo al parto no debería ser tan complicado en la era de la información. Y sería mejor entendido por la sociedad que la simple imposición por criterios de salud pública.

El miedo es un temor irracional. Su origen está en esas leyendas truculentas que circulan en la sala de espera del médico, en la peluquería, en el programa de televisión de la tarde, en la madre de la vecina de al lado, que lo sabe absolutamente todo sobre la obstetricia moderna... El miedo destruye la confianza y bloquea la motivación, tan necesaria en el momento del parto. No sé si las clínicas del miedo son la solución en nuestro entorno, pero estoy convencido de que una buena labor pedagógica ( que pasa por escuchar y por explicar las cosas con sencillez), elimina los miedos y refuerza la relación entre médicos y pacientes.

Dr. Juan Acosta Díez
Ginecòleg
Capio-Hospital General de Catalunya
http://desaludyotrascosas.wordpress.com
@coldolmen

4 comentaris:

  1. Què bé que s'explica el doctor Acosta, molt interessant el post. Gràcies!

    ResponElimina
  2. M'ha sorprès aquesta frase: "Lo que sí es más frecuente es que aquellas que han pasado por una cesárea previa, no deseen volver a intentar un parto vaginal." Pràcticament totes les mares que conec que han tingut cesària, jo inclosa, volen com a mínim intentar un PVDC. I a mi em satisfà cada cop que una ho aconsegueix perquè em sento parir una mica...

    ResponElimina
    Respostes
    1. Jo vaig tenir el 1er per cesària i no ser si voldria un part vaginal amb el segon. No tinc cap necessitat de sentir el que és parir; en canvi em fa por tornar a passar per moltes hores de contraccions per res. I encara em fa més por acabar en un part amb forceps amb una episiotomia important... Encara no estic embarassada i no se si canviaré d'opinió quan ho estigui, però de moment crec que em quedo amb el "més val boig conegut que savi per conèixer"

      Elimina
  3. Gràcies per difondre informació tan interessant amb un llenguatge tan clar, amb suficient objectivitat i el polsim de subjectivitat que la fa més humana.

    Laura Rodellar, algun dia un post sobre "maternitats tardanes"?

    ResponElimina